El guión de los autócratas del siglo XXI: hoy, Bukele

Sin golpes de estado, van “golpeando” a la democracia de manera lenta, sutil, persistente. Tienen un plan: el desmantelamiento de la institucionalidad democrática, hasta convertirla en una fachada.
En los últimos años hemos podido dilucidar el guión que siguen los nuevos autócratas que, sin golpes de estado, van “golpeando” a la democracia de manera lenta, sutil, persistente. Tienen un plan: el desmantelamiento de la institucionalidad democrática hasta convertirla en una fachada.
Así como Chávez u Ortega, Bukele ha conseguido la reelección indefinida, aprobado por la cámara de diputados que, dada la reforma anterior a la ultima elección, cuenta con una super mayoría bukelista. En mi libro La Rana en la olla, publicado recientemente por Grupo Unión, describo la caja de herramientas que utilizan estos autócratas del siglo XXI:
a. Resistencia a la rendición de cuentas y al sistema de frenos y contrapesos.
a.1) avance del Ejecutivo sobre el poder judicial: acoso verbal, nombramientos espurios y control sobre el acceso, persecución abierta
a.II) avance del Ejecutivo sobre el poder legislativo: reformas /cambios en la composición/ cambios en la forma de elección, acoso verbal, persecución a miembros opositores del legislativo, vaciamiento de funciones y/o de presupuesto, cierre
b. avance sobre las reglas electorales: modificaciones y cambios en las reglas del juego electoral que alteran la transparencia y la libre competencia: desde el número de escaños, cómo se vota, duración de mandatos y, obviamente, reelecciones.
c. reducción del espacio de contestación pública:
c.I) restricciones a la libertad de prensa y expresión: pauta, censura, expropiación, cierre, acoso verbal, persecución a periodistas
c.II) restricciones a la sociedad civil: criminalización de las protestas/ detenciones arbitrarias, represión sobre las protestas opositoras, cierre de ONGs, persecución / hostigamiento sobre líderes de la sociedad civil
c.III) restricciones a partidos políticos: persecución a líderes opositores y restricciones de distinta índole para presentarse en elecciones
d. abuso o tergiversación de las facultades constitucionales y paraconstitucionales del Poder Ejecutivo: uso sistemático de instrumentos como el decreto u otros similares /leyes de emergencia, estado de excepción , modificaciones constitucionales para permitir la reelección, uso arbitrario de los recursos del Estado: aumento del aparato burocrático, inflación por aumento de gasto público, opacidad / tergiversación de la información, discurso polarizante.
e. Cooptación de las fuerzas de seguridad: ejército, policía, servicios de inteligencia.
Estos indicadores nos presentan señales de alerta. El final del camino es un régimen autocrático, donde ya no hay un sistema de frenos y contrapesos, sino la voluntad del gobernante o el partido; donde no se rinde cuentas, es un régimen en el cual las protestas están criminalizadas, no existe pluralidad de partidos políticos, los líderes opositores son perseguidos, encarcelados o invitados a exiliarse, la libertad de prensa está cercenada y muchos periodistas pierden la vida en su ejercicio y defensa, las ONG que no responden al oficialismo son perseguidas, donde la ley se hace y deshace de acuerdo al capricho del gobernante /partido, y se utilizan los recursos del Estado para premiar adeptos y castigar enemigos. La demonización del otro, como enemigo de la nación, antipatria, vende patria o agentes del imperialismo están a la orden del día.
Entonces, cuando estamos frente a un gobernante que persigue, encarcela o cancela a la oposición (incluyendo el exilio), limita /restringe la libertad de expresión, niega la legitimidad política del adversario y de diversas formas de oposición (incluyendo ONGs), erosiona y vacía las instituciones, se niega a rendir cuentas de sus actos y vapulea las instituciones de rendición de cuentas, independientemente del origen de ese gobierno, podemos decir que estamos frente a un gobierno autocrático.
Constanza Mazzina es Directora de la Licenciatura en Ciencias Políticas de UCEMA